6/15/2009

No puedo separarme(Dr. Maestre)

Tal vez uno de los mayores dolores por los que pasa el ser humano es asumir que aquello que amábamos ya no estará con nosotros, sobre todo en el tema de las parejas.

Puesto que, siendo verdad que aquello que mueve el mundo es el deseo –y su inmediata manifestación, el amor–, y siendo aun más cierto que las parejas y los amores cada vez duran menos, a las enseñanzas que recibíamos cuando jóvenes y supuestamente dirigidas a enseñarnos a amar, ahora hay que aumentarles otro capítulo, que es el de saber separarse para ahorrarse el monto de sufrimiento que todo abandonado tiene.

La tendencia general que tienen los que han perdido la pareja es revolcarse en un río de dolor. Se encierran, le lloran y, sobre todo, insisten en querer seguir con la persona que los dejó. Para ello la llaman, la buscan, le mandan cartas, correos o se hacen los encontradizos en la universidad.

Pero la experiencia dice que nada de esto es solutorio pues, más tarde o más temprano, la separación se intensifica. Por ello, lo único que puede aliviar el tiempo que dure el duelo, en curar la herida del abandono, es que la persona no se revuelque en el dolor y que apele a los vínculos sociales que toda pareja debe tener. Entre ellos encontramos amigos, parientes y nuevas ilusiones que solo se logran si es que no le damos la espalda al lazo social.

No hay comentarios.: